Villa
Carlos Paz, 05 de marzo de 2013.-
A mis colegas y amigos:
Escribo
estas líneas a los fines de aportar algo de claridad al confuso contexto que han impuesto quienes hoy, suponen que nuestro
Colegio Profesional es simplemente una escalera de acceso al poder y figuración
social y que, para concretar esas aspiraciones
de poder, llevan adelante un manejo arbitrario de esta entidad, que es propiedad
exclusiva de todos los Corredores Inmobiliarios de la Provincia.
Hace
muy poco tiempo he tenido que salir a explicar que, mi incorporación y pertenencia a
determinado grupo de pensamiento, es una decisión que me compete en forma
personal y excluyente, tomada en uso pleno de mis facultades y en ejercicio
de derechos que dispongo como persona libre. Nadie, por fuera de este contexto, puede afirmar que
tiene
mi beneplácito o apoyo, sin disponer la mínima aceptación o previo
consentimiento de mi parte.
Mis ideales,
mis actitudes y mis comportamientos los he manifestado siempre en forma amplia
y sin ocultamiento de ninguna naturaleza. La mayoría de mis acciones presentes y pasadas -para
quien desee interiorizarse- puede encontrarlas en publicaciones que
periódicamente realizo. Allí -desde hace años- expongo mi pensamiento
y pongo de manifiesto mis compromisos y la forma en que me involucro con mis
principios.
Acepto
plenamente el disenso pero, en el marco del pleno respeto que debe existir entre personas de bien. En
innumerables oportunidades, hube de sufrir agravios
y traiciones de parte de algunas personas que no aceptan las diferencias y
que su único camino no es –precisamente- el debate de esas ideas y tan sólo
recurren a métodos reñidos con la ética y en total ignorancia de los valores que movilizan y ordenan a nuestra
sociedad.
Estas razones –en el plano de lo profesional- son
las que me impulsaron a participar en este controvertido proceso electoral, con
la más absoluta seguridad en mis convicciones y en rodeado por un grupo de personas
que merecen mi mayor confianza en razón de su rectitud de
pensamiento y coherencia en sus actitudes.
Con
estos colegas y amigos – a quienes respeto
ampliamente- actúo en estrecha colaboración y comparto sus preocupaciones. Tal
vez podemos cometer errores, pero esto es prerrogativa de quienes se involucran
y actúan de manera honesta.
Hace ya
varios años, hemos formado una corriente de opinión dentro de nuestro Colegio
Profesional, a la cual dimos en llamar "Integridad", movilizándonos detrás de un proyecto consensuado que ponemos a disposición de los
colegas que deseen participar
del mismo y quieran enriquecerlo
con sus aportes, ya
que está dado en beneficio de todos.
Quienes
no aceptan o toleran esta diferente
visión de nuestra realidad profesional e institucional, niegan
la existencia de tal proyecto,
denigran nuestro trabajo y, además, nos difaman utilizando
los más rebuscados y falaces argumentos (piensen solamente en la agresión que
he recibido recientemente de parte del Vicepresidente del Colegio).
Son
aquellos que no disponen de sólidos fundamentos para oponer a nuestra propuesta;
no debaten ideas; no exteriorizan sus pensamientos y tampoco dan a conocer
adecuadamente los resultados de sus gestiones y decisiones. Olvidan que se
deben a sus representados y no cumplen con la obligación de rendir cuentas
en tiempo y forma; actitud ésta que es característica propia de aquellos que
siempre tienen algo para ocultar o
lo reservan en defensa de sus propios intereses.
De otra
forma, ¿Cuáles son los fundamentos que les llevaron a no publicar en tiempo y forma el llamado a elecciones o bien a no convocar a las Asambleas de colegiados
( tanto Ordinaria como extraordinaria), de manera formal, conveniente y bajo
el criterio
de amplia y profusa difusión? Gastan nuestros dineros en ingentes
campañas publicitarias de cuyo contenido prefiero no abrir juicio, pero no
disponen de esos recursos para cumplir acabadamente con las publicaciones que
les exige la Ley y nuestros Estatutos.
Puedo
dar plena razón y fe de las cuestiones que aquí expreso, siempre he sido
directo en mis planteos y no estoy fabulando sobre estas circunstancias
o inventando inexistentes situaciones.
Considero haber marcado ampliamente las diferencias con aquellos
procederes que no comparto y con los que no puedo implicarme bajo ninguna
circunstancia.
Es pública
y notoria la forma en que me involucré, tanto al ejercer la Presidencia
del Colegio o bien al hacerme cargo la Delegación que se formó en Villa Carlos
Paz. Mis objetivos se centraron siempre en la gestión institucional y no en
apoyar la tarea de algún grupo en particular. No necesito tener una fotografía
colgada en alguna pared o disponer de alguna estatuilla u ofrenda para
sentirme motivado a trabajar. Mi constante fue realizar incesantes aportes a nuestra
profesión y movilizar a todos los colegas hacia la participación y
colaboración desinteresada. A esta altura de mi vida estoy por encima de
toda necesidad personal de figuración.
A
diario, colegas y personas de distintos lugares, me realizan consultas o me
exponen problemas en relación a nuestra
actividad. A todas y cada una de ellas les procuro dar pronta solución o
respuesta. Nunca condicioné mi comportamiento a ninguna prebenda o interés de
parte. Mis intereses son y serán los de nuestra profesión en su conjunto. Mis
conocimientos y capacidades están puestos al servicio de mis principios.
Así es
como hoy me encuentro nuevamente involucrado en una lucha en defensa de la
entidad que contribuí a crear y por el retorno hacia una dirección
institucional que nunca debería haberse abandonado. Estoy junto a quienes se
comprometieron con la fundación de un Colegio Profesional independiente,
autónomo, jerarquizado y al servicio de nuestras competencias profesionales.
Todo lo demás son adornos “marketineros” que no contribuyen a la consolidación
de nuestro Colegio ni a la formación profesional de sus miembros.
Les
invito a reflexionar sobre lo expuesto y, de coincidir con
nuestra propuesta, les pido vuestro apoyo y participación para que entre
todos logremos prestigiar y engrandecer nuestro invalorable C.P.C.P.C.I.- Es un gran desafío, pero nunca un
imposible.
Gracias
por vuestra atención, quedo a vuestra disposición y aprovecho la oportunidad
para saludarles con el afecto de
siempre.
José Luis Rigazio
S/C.: Toda
referencia a las afirmaciones arriba expresadas, las podrán disponer en mis
siguientes publicaciones: