18 de febrero de 2013
Al Colega
e integrante del
Directorio del CPCPI
Antonio Digiacomo.
Presente.
En respuesta a su mail (que he recibido en la fecha, el que
más arriba se encuentra transcripto y guarda relación con la nota que he
enviado a los Colegas y amigos del CPCPI), me permito hacer las siguientes
observaciones:
- Generalmente evito responder a los agravios que se me realizan, pero no suelo ser tolerante con toda denostación hacia mis desempeños, más si en ellos se involucran a otras personas que he tenido el alto honor de tener a mi lado.
- Mi nota no tiene “gruesos conceptos erróneos”, sino que –por el contrario- expresan mi visión y pensamiento respecto a una realidad institucional, de la cual Ud. puede disentir, pero no dispone del poder de veto social que pretende imponer.
- Mi carácter de ex Presidente electo del CPCPI, se produjo en comicios legales y libres. Por lo tanto es un exabrupto suyo decir “no lo eligió nadie, fue puesto a dedo”, tal como Ud. afirma. Aún más, no debe olvidarse que en los comicios para renovación, que se dieron hace dos años, tan sólo fuimos superados por cuatro votos, escaso margen del cual Ud. o alguno podría llegar a vanagloriarse.
- Respecto a sus valoraciones en relación a las funciones desempeñadas, Ud. debería ser consecuente (junto a los demás miembros del Directorio al cual pertenece), puesto que formalmente se agradeció y resaltó la “importante gestión de los ex presidentes” (Mauricio Maer y José Luis Rigazio), a los cuales -además de este público reconocimiento- les fueron entregados diplomas y tributos, en virtud de tal situación de agradecimiento.
- No sólo dispongo de honor, sino también de trayectoria y dignidad. Ud. no tiene entidad para pedirme renuncia alguna, la cual además se encuentra a disposición del Directorio del CPCPI, desde el mismo momento en que asumí las funciones para las que me designaron. De modo que, sólo tiene que ese Directorio pedir mi formal alejamiento de tales funciones –sin fundamentación alguna- y de inmediato me retiraré de ellas.
- Cuando se me designó a cargo de la Delegación de Punilla en VCP, fue en razón de las valoraciones de mis desempeños, mi experiencia y mi representatividad. Si Uds. la realizaron interpretando algo distinto, me temo que se equivocaron “gruesamente” (permitiéndome parafrasearlo).
- No necesitan agradecerme nada de lo que hice por este Colegio Profesional, ya que actué movido por mis principios y motivado por mis propias pasiones. Mi lucha en tal sentido tiene comienzos en la década de los años ’70 y dispongo el privilegio de haber sido uno de los fundadores de la Asociación Inmobiliaria de Villa Carlos Paz, haber intervenido en nuestro primigenia Ley de Colegiación (7191) y ser uno de quienes impulsaron nuestro reconocimiento profesional y universitario, a partir de la Ley 25028. De todo ello no sólo doy fe, sino que además dispongo de todos los elementos probatorios que Ud. me requiera.
- En mis decisiones y comportamientos, las únicas “presiones que me doblegan” son las de mi propia conciencia. Siempre me he movilizado por sus designios, por principios éticos y valores sociales. Las demás presiones que recibo en mi vida cotidiana, sean ellas personales, institucionales o sociales, trato de superarlas dignamente y evitar caer en sus tristes finalidades.
- Agradezco su actitud, puesta de manifiesto en el mail que antecede a la presente, ya que en ella encuentro el fundamento adecuado a mi nota de la presente jornada, enviada por correo electrónico a mis amigos y colegas, en aclaración a los distintos hechos confusos que ocurrieron previamente.
- De esta forma, declaro formalmente cerrado este suceso e intercambio epistolar, no rehuyendo de los acontecimientos que podrían sucederle, sino en el afán de no involucrarme en una personalización de lo que es la vida institucional de esta hermosa profesión.
- Me permito reiterar la cita bibliográfica que transcribí en la nota de referencia: “No actuamos bien por convención, sino por lo que consideramos apropiado según nuestras convicciones, sin temer las consecuencias.” (de “Ética y empresa” – Juan J. Gilli – Granica – 2011).
José Luis Rigazio
E-MAIL RECIBIDO EL 18/02/2013
Estimados Colegas. HE LEIDO LA CARTA CON DETENIMIENTO Y TIENE GRUESOS CONCEPTOS ERRONEOS, YA QUE LO QUE EL SUPUESTAMENTE PRETENDE EN ESTA LISTA INTEGRIDAD, NO LO HIZO CUANDO EL ESTUVO,, DOS AÑOS DE PRESIDENTE, RECORDANDO QUE NO LO ELIGIO NADIE, FUE PUESTO A DEDO, COMO CUIDA SUS PALABRAS Y SE QUE ES UN CABALLERO, Y TIENE HONOR, DEBE RENUNCIAR AL PUESTO QUE LOS QUE NO HACEMOS NADA, SEGUN SUS APRECIACIONES, LO PROPUSIMOS Y ESTA ALLI PORQUE NUESTRO GRUPO ASI LO DECIDIO.
DE RENUNCIAR , ESTE COLEGIADO ,LE VA AGRADECER
TODO LO QUE HIZO POR NUESTRA PROFESION. ATTE. ANTONIO DI GIACOMO MPI 780
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